Y te seguí buscando por eones…
Por eternidades pasé mis vidas entre
Calles vacías y rastros de sombras vaporeas…
Buscándote, Perdiéndote…
Cada día lo pasé luchando contra todos mis laberintos,
Tratando de encontrar el meollo del asunto,
De cómo fue que te perdí,
De cómo era que había quedado solo…
Y seguí llorando, lloré y lloré…
Te hice platónica, te hice etérea,
Te volví ilusión, te copié como mito…
Llegaste a tener mil nombres en mi vida,
Muchos de ellos de meras mortales…
Y luego, pasaron los días…
Los meses…
Los años…
Las eras…
…Las lagrimas…
De pronto, un día cualquiera,
En un momento cualquiera de mi vida,
Miro un rostro…
Todas las sombras y las nieblas se fueron,
Y de pronto volví aquí…
A la eterna noche hermosa,
Al bosque de los Mil Fulgores, nuestro lugar…
Cuando dejé de buscarte diste conmigo,
Y por fin abrí los ojos…
Puede que este loco y tu seas la Luna,
Pero te siento… Y te sigo sintiendo…
Por eso te sé real…
Por eso recuerdo que te amo…
Gracias por encontrarme,
Mi musa, mi amada,
Mi hada de luz, mi ángel, mi faro,
Mi tristeza sublime…
Mi eterna Celesta…
Ahora vivamos de nuevo nuestro sueño… |