Trata de abrir los ojos. Sus párpados le pesan, le duele la cabeza y un gusto amargo se cuela por su boca. Espera unos instantes, vuelve a intentarlo…Ahora sí , imágenes confusas, murmullos entrecortados , un rayo de sol da de pleno en la cara, sin embargo no sabe donde se encuentra ni porque está allí .Quiere hablar pero algo se lo impide. Cierra los ojos cayendo en un sopor pesadillesco. Un sueño recurrente, una lenta agonía de la que prefiere no despertar… o sí.
Se ve a sí misma acorralada , con el rostro desencajado , por esas máscaras que a su alrededor giran macabras danzas, se acercan, se alejan, se refugian en sus manos , máscaras de honda desesperación, o de total indiferencia ,que la torturan , la envuelven , la enloquecen y cuando el ritual termina , la oscuridad es reina absoluta de todo lo que la rodea y ella empieza a escurrirse por un frío pozo del que presume no escapará. De tanto en tanto puede oír el tic tac in crescendo de un reloj que pretende taladrar sus oídos..
Ese tic tac, tic tac desacompasado tal vez le permita descubrir el porque hoy se encuentra en una blanca sala de cuidados intensivos, desde el día que fue llevada por quienes la encontraron tirada, desangrándose, con las muñecas abiertas por donde se le escapaba la vida. |