CRONICAS DEL AMOR , Presenta:
ECHANDO NOVIO.
Por Luis M. Villegas.
Desde mitad de los años ´50, por supuesto del siglo pasado, se popularizó la noticia de que el amor era sólo una reacción química, producida en alguna parte del cerebro por algunos traviesos elementos que , una vez mezclados, producían tal estado de furor en las personas que alteraban su comportamiento, sin importar edades ni sexo.
Por supuesto que tales afirmaciones desencadenaron respuestas e interpretaciones de los sectores que tradicionalmente pretenden administrar la libido de la humanidad, sabedores de su trascendencia en la conducción de las masas. Por principio ; La iglesia, que desde sus inicios santificó todo lo relativo al amor y arrojó al infierno del pecado a cualquiera que se apartara de los cánones amorosos, siempre, con la amenaza de un Dios, que se entendía sin piedad hacia los lujuriosos transgresores.
Por supuesto que quienes conducen la política también se interesaron por éstos mecanismos de control de los pueblos , aunque muchas veces los reducen a estadísticas acerca del crecimiento poblacional, muy en especial cuando no se tienen políticas muy eficientes y se culpa a la capacidad amatoria de los ciudadanos por las carencias socio-económicas debido a la producción indiscriminada de nuevos pobladores a quienes los tecnócratas solo ven como más bocas que alimentar con los paternalistas programas que en la actualidad parecen premiar el tener una prole numerosa, ya que se pagan por unidad becas escolares que, sumadas, permiten subsistir a familias completas sin trabajar, originando una holganza rural y en los sectores urbanos empobrecidos que solo parecen encontrar refugio en el alcohol y la televisión, esto sí, sin discriminación de sexos.
Como tercer interesado podemos citar al comercio que se encuentra interrelacionado con los anteriores ( Iglesia y Estado) en la edición de paradigmas y modelos que de una manera nada subliminal, van orientando modas y gustos, casi siempre anglosajones, que repercutan en los comportamientos masivos con resultados previsibles en términos de ganancias, tanto económicas como de tranquilidad social y espiritual. Lógicamente que los medios de comunicación modernos juegan un papel definitivo en la fijación de los arquetipos deseados, en especial la t.v., los medios escritos, en especial , los periódicos y revistas de frivolidad y por supuesto... la Internet.
Cabría destacar que algo tan personal e íntimo como la sexualidad, pueda ser , sin taxativa alguna, manipulado con fines tan prosaicos como los esbozados, en el entendimiento de que todos los seres humanos tenemos nuestros periodos de alboroto, por supuesto que originados en gran parte en nuestro cerebro que sin restricciones de contenido cualitativo ni cuantitativo, responde al llamado atávico de la reproducción de la especie, eso sí , con el componente humano que desde nuestros remotos principios la humanidad descubrió naturalmente; el placer.
El producto central de ésta disquisición sería el QUE echa andar nuestros íntimos mecanismos, ya que de 50 años a la fecha se ha liberalizado la actividad sexual, rompiéndose primero las barreras de la sexualidad socialmente aprobada, generándose la liberación femenina, demoliéndose el rol tradicional que las confinaba a las tareas domésticas ( al cual parece que no regresaran). Debido a las guerras que las potencias desarrollaron en el siglo pasado es que la mujer hubo de acceder al papel productivo –industrial y comercial- e incluso a la operación misma de los procesos de la guerra; el último testimonio de ello son las fotos y videos de prisioneros Irakíes que son humillados hasta la muerte por bellas mujeres soldado , contradiciendo las virtudes femeninas clásicas de la compasión y el respeto.
Tema de sobra daría la inútil y estéril tarea de hablar de la igualdad de dos partes que son a menudo complementarias o antitéticas, pero que han dado muestras sobradas en éstos años de que pueden valerse por sí solos para crear el medio familiar para la reproducción y desarrollo de la especie, Por avatares tecnológicos , hoy podemos ya hasta tener un ser idéntico a nosotros por vía de la clonación humana. Quien se ha visto sin piedad en el espejo, podría reírse de la posibilidad de volver a hacer uno igual a sí mismo, porque una persona sana jamás podría estar de acuerdo con su estuche y en especial con lo que va en el interior. Pero estaremos también de acuerdo que en el medio de los déspotas podemos elaborar un gran catálogo de sátrapas que financiarían con gusto morboso la creación de ejércitos con sus mismas características fenotípicas. Todo esto sin el ya molesto y engorroso proceso de enamoramiento, cortejo, desarrollo y nacimiento del producto, llamémosle gentilmente; clon. Su crianza también merecería tratados completos acerca de sus desarrollos físico y psicológico , acerca de los espacios donde habría de transcurrir su crecimiento en sustitución del tradicional hogar, la familia y la sociedad comúnmente entendidas. He aquí una mina para generosas deyecciones mentales y material para cuentos futuristas de mentes calenturientas.
Volvamos al principio. Si algunos locos redujeron el complejo proceso del hechizo por el cual nos enamoramos y buscamos cumplir con las fases sociales aceptadas del proceso de apareamiento y disfrute de la persona que nos ha robado la calma y el seso y se pretendió reducirlo a una ecuación química en la corteza cerebral, hoy podemos aceptar que es mas aburrido ver lo que proclaman comerciales de la televisión en donde se ofrece un líquido a base de feromonas que a través de la pituitaria habrá de concitar la atracción física de quien usted desee, reduciendo todo a un evento olfativo, similar creo, al que realizan ritualmente los perros en época de celo, donde van olfateándose los genitales sin distingos de tamaño, raza ni color en la búsqueda eterna de su pareja ideal.
Como cantara la inolvidable Violeta Parra:
¡Habráse visto insolencia!
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