La Imagen. 
 
Una cuentera  lo contó: 
Ella contó  que  una viejita, pequeñita , iba a buscar su sustento  miserable , pero básico ,  al pueblo ; el  que obtenía  después de vender su ají  cosechado seguramente después de largas noches  de lunas y estrellas  el que luego  trasladaba  en   su morral pequeñito; para luego  cruzando la selva , los mosquitos y las distancias de su pobreza  llevarlo a  un lugar donde alguien se lo compraría y con ese dinero  ella  compraba, a la vez,  el sustento de sus necesidades precarias y básicas . 
 Todo esto sucedía  mientras los  políticos, glotones del mundo burgués, llenaban sus panzas con más estruendosas y descomunales ganancias  al son de las palmaditas de las multinacionales salvajes . 
Sí , una cuentera me lo contó . Ella no me conoce y yo tampoco a ella , pero al leer  su  escrito  ya se estrechó mi corazón con el sensible  andar de su energía cósmica por las selvas de México . 
En este momento no me acuerdo de su nombre , pero ella habló de una viejita que atravesaba la selva y que llevaba un pequeño bulto que al mirarlo, otra vez, era más pequeñito . 
¡Ahora me acuerdo ¡ se llama livpina .Si la buscan  la encuentran . 
Los invito a leer ese cuento , porque es necesario para nosotros que,  cada tanto, andamos viajando en los peldaños de nuestras aburridas rutinas . Es necesario , que miremos más allá de nuestra individualidades  para entonces   sentir el silencio que callan  otras vidas  y que,  muy seguramente,  esas vidas, ignoran las razones de por qué viven en la elementalidad  y tan próximas a la muerte  y tan cotidianas en el desprecio. 
Dado esta introducción  pasaré a mi relato de hoy , que no es otra cosa que otro relato más, que seguramente quedará suspendido en el vacío del próximo olvido . Pero como decía un hermano que tengo yo y que es muy de sellar a fuego la eternidad del pasado : esto quedará grabado en las páginas de la memoria del tiempo ; sea bueno o malo lo que digas , pienses o escribas  decía él  , de todas maneras quedará grabado. Salvo que se me ocurra  agrego yo-  en un acto de catarsis , echar todo al mismísimo diablo y  quemar  las páginas escritas y ,en este caso, borrar todo para que el mañana se quede tan vacio como mi alma en mis primeros años de vida . 
Tenía una barba larga y aparentemente descuidada . Digo aparente , porque me di cuenta que había un rulo que se desprendía de la masa madre , que estaba como brillante y ¡cosa curiosa!  había ,en sus terminaciones, unos cortes de tijeras que la hacían casi perfectas en su caída gravitacional .Esto me llevó a pensar que algo de coquetería estaba presentándose en el camuflaje de su totalidad desgreñada y algo filosófica . 
Pero soslayando este tic de vanidad  hay que decir que el hombre era de perfecto porte y de elegante dignidad  aunque ,en este momento del relato , era un ser humano desproporcionadamente  alterado y socialmente enfermo , porque no se puede pensar y decir otra cosa de un individuo que anda por la calle  desgalichado , casi sin ropa interior , agujereado sus pantalones y hediondo su cuerpo todo . 
Es de perogrullada cierta y casi absoluta que nuestro orgullo de especie inteligente no puede sostener la hipótesis de que este harapiento indecente  sea un individuo normal o que haya sido  , en tiempos lejanos ya, un  representante de las altas esferas del saber y la agudeza mental . Pero  y escarbando un poquito, tan solo un poquito ,en este individuo socialmente irrisorio , habremos de entrar en la cuenta de que hay una cierta face de equivocada percepción en nuestra primera mirada un tanto pre-juiciosa . Porque  este  cuerpo tirado  al olvido del aseo  tenía , por cierto, su propio orgullo y su propio pre-juicio respecto al mundo que lo rodeaba . 
 Y justamente en esto  ya se está denotando una similitud con nosotros  los normales .El hablaba del mundo que lo rodeaba  además de afirmarse seguidor de Antístenes  el decía: "yo soy  el centro y el mundo me rodea"  .  
He aquí una primera similitud con los perfumados harapientos  y mentales ciudadanos normales, porque si no mal recuerdo  siempre se dice :  el mundo que nos rodea ¿ Que es esto?  ¿Es alexitimia colectiva ?  Tal vez se pueda  catalogar  así , porque se denota en esta percepción de la vida un verdadero  desorden neurológico , ya que al no asimilar acertadamente que nosotros no somos el centro del mundo , sino una parte pequeñita que conforma la dinámica del todo , entonces, estamos tan y grandemente enfermos como aquel hediondo y harapiento personaje que ha dejado sus intimidades  al concurso  de adjetivaciones del escandalizado  públicos que casi no lo puede mirar  y que pasa a su lado , más bien, como disimulando no verlo . 
Para René había una especial atracción en este hombre de barba canosa y de andar cansado , por lo que lo siguió por varias cuadras  y por varios días , sin que él lo notara . René deseaba consustanciarse con este ser y  encontrar ,más allá  de ese  cotidiano desprecio que despertaba su presencia , al ser humano que viajaba en ella .Pero para esto había que entrar en su andar , en sus movimientos pausados y en sus miradas al cielo ,  que casi como un tic nervioso él  hacía con frecuencia ,  como buscando alguna cosa perdida . 
Esto sin importarle que la avalancha de gente , que andaba por ahí ,se desacomodara bruscamente para no rozar su pestilencia, dejando entonces, un área vacía tal como ocurre con la proa  de un barco cuando va rompiendo la resistencia del agua. 
Estos momentos los aprovechaba  Rene, para acelerar y acercarse  al vagabundo  y  entrar en este vacío y, en un acto de sentida  comunión , también levantaba la cabeza y se ponía a buscar  alguna cosa  allá en el cielo . En eso estaban  ambos parados en  medio del tráfico -cuando  René, vio traslucirse en el ángulo inferior de la pupila del hombre una especie de sarcasmo luminoso  que atrapó  su  búsqueda  celestial  al momento  el hombre le dice: tu no estás aquí parado mirando al cielo para encontrar en él lo que yo ando buscando , por el contrario tu me andas buscando a mí .  
A René ,se le helaron los huesos , porque nunca pensó que esto podía suceder así .   Se había imaginado mil veces la forma en que abordaría a este vagabundo  y por sobre todo siendo él, el protagonista principal de iniciar la conversación , por lo que al ver esa chispa  en los ojos del vagabundo -muy inusual   en  los seres humanos- se asustó  primero al tiempo que sintió  helado su cuerpo, pero al rato se encontró envuelto en una sensación de paz que inundó todo su ser . Los harapos y ese hedor penetrante ya no estaban .Había luz es su alma y paz en su corazón  
El vagabundo , después de haberle hablado así  sonrió levemente , bajó la cabeza y siguió caminando .René ,lo siguió movido por una extraña fuerza . 
De la sonrisa apareció una perfecta dentadura , blanca como la nieve blanca. ¡Porque también hay nieve oscura ¡ 
Esta vez  René ya no se escondió . Ambos caminaron algunas cuadras más, entre el gentío  que lucía  esas  barbas muy bien cuidadas en  los hombres y  perfume  cosmopolita en las  elegantes y siempre bellas damas . 
 Pero , era extraño y desagradable ver a dos seres  humanos absolutamente antípodas caminar juntos,  sin que ambas figuras se repelieran por mandato  de las fuerzas sociales   esas  que   obligan a seguir  en obediencia ciega  no escrita-  el orden establecido . Eso era lo extraño y lo desagradable era estar viendo esto . 
René era un hombre de buen porte , estructuralmente bien armado .De anchas  espaldas , de largo cogote  , que lo hacía semejarse  un poco a esas lagartijas que sobre una piedra te miran como sonriendo desde sus ojitos verde claro .  
Era un muchacho muy parecido a otros de su generación  , vestía a la moda de los ejecutivos  de entonces y tenía ademanes muy propio de los burgueses .Pero en su interior corría un río de savia nueva que lo hacía algo diferente ; torrente de vida , que lo llevaba a sentir en su corazón una tempestad  de contradictorios mensajes; algunos abiertamente claros y los más , aun, confusos  hasta llegar a dolerle . Estos últimos lo obligaban desde hacía tiempo ya, a seguir una senda paralela a su vida  establecida por generaciones  bajo las reglas estrictas de empresarios y profesionales que ostentaba, como título social , su distinguida familia .  
Eran sus propios caminos  los que quería recorrer y por desgracia  lo apartaban,  impajaritablemente,  de la comodidad  social en la que se encontraba. Por desgracia o por gracia , eso es según y cómo se mira  la vida.  
Después de dejar la ciudad allá  lejos, con su ruidoso y necesario existir , siguieron caminando por unas cinco horas  más por entre campos verdes  henchidos de vida naciendo , porque era comienzo de primavera y en esta estación  del año  es más fácil darse cuenta  del movimiento germinal del planeta . 
Al rato llegaron a un lugar especialmente bello y acogedor .Había un enorme y frondoso encino con sus hojitas recién surgiendo  del capullo fotosintético , pero  que ya producían una sombra gigante , la que aprovechaban las pequeñas flores silvestres para comenzar ,ellas también, a levantar su néctar al cielo y a la vez dar sombre y cobijo a seres más diminutos que ellas . 
Todo un  mundo vegetal  , no lejos de lo inalcanzable, se asentaba sobre la elevación más pronunciada de esa lugar , donde se respiraba un aire saturado de alientos silvestres . 
Tal vez ese lugar era uno de esos centros energéticos que algunas personas hablan y seguramente  fuerzas cósmicas  confluían allí haciéndolo  bello y acogedor . 
Ellos sentados  bajo el encino y en silencio contemplaban la vida de la ciudad que desde este lugar parecía  trazada y dirigida en perfecta armonía con el caos luminoso y perfecto . 
René estaba contento a pesar  que ese día no pudo ir a trabajar , pero eso ya no importaba , porque por fin estaba junto al ser humano que siempre quiso conocer y encontrar en él  algunas respuestas sabias y por siempre buscadas . 
Al menos en su corazón algo le decía que era así.  
 
 
 
 
 
   
 
 
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