En el mar, la brisa corre presurosa para impactar en el rostro de la niña, que caminaba recogiendo conchas en la arena.
Una cadena con un dije, brillaban, distinguiéndose con la arena.
No se pudo escoger mejor destino, la niña encontró dicha cadena... Dejo caer a su lado todas las conchas que había recogido. Se colgó la cadena alrededor de su cuello. El dije era dorado, como la cadena, y tenia una figura muy bien elaborada. Era una mariposa de blancos y negros colores.
La niña corrió al encuentro de su madre, el viento acariciaba su rostro, y sus cabellos danzaban mientras corría.
La madre estaba sentada en la arena, mirando a su niña correr hacia ella, extendió los brazos como alas, para atrapar a su niña.
La niña le mostró el tesoro encontrado en la arena, la madre fijo la vista en el dije, y vio la mariposa de distinta manera.
Era la imagen reflejada en las alas del insecto lepidóptero, una calavera se refleja en sus alas, en su cuerpo.
La niña miraba a su madre, ella con la mirada horrorizada, conteniendo el aliento.
Luego miro a su hija que sonreía.
“La niña no lo entiende”, pensó... “NO LO ENTIENDE...”
Continuara...
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