Son tan breves los días… Camino inevitablemente hacia mi muerte, todos lo hacemos. ¿Cómo logramos vivir heroicamente sabiendo que cada día nos acerca a ese pozo de tierra en donde los gusanos se alimentan? Los días tormentosos se acuestan en todos mis duelos, y me cuentan los minutos que faltan para que el mundo se olvide de mis manos, de mi triste escritura. Como en una película de Bergman, me veo jugando al ajedrez con la muerte, ella siempre es la triunfadora invisible y altanera que lame mi derrota con su lengua burlona.
¿Dónde quedarán los abrazos perdidos? Cuando nuestro cuerpo inmóvil se descascare lentamente hasta dejarnos solo unos huesos en mal estado.
El cielo gotea, llueve en mí. Un ritmo torcido se hace camino por entre mis piernas, circulares demonios danzando en mi letra me confiesan sus delirios de ser hombres, con una lágrima que nunca llega a caer desde sus ojos me palmean la espalda con lentitud y desaparecen en un oleaje de grises y azules.
Son tan breves los días…Se curvan, se engañan de promesas, se estiran, juegan a no saber, a olvidar. Tragedia perfectamente delineada es la vida, son los días. La vida de una mariposa es breve para nosotros. ¿Cómo será nuestra vida para los Dioses? Siempre imagino la escena de un pie gigante aplastándonos, igual que nuestros pies aplastan a una hormiga. Son tan…