El sapo y el gato.

Don Román vive en una casa en el campo, bastante amplia y rodeado de la naturaleza.
Como en muchas casas también aquí vive un gato. Es de cuerpo blanco con capa negra, mezclada con colores ocres y una hermosa cola café, negro y blanca terminada en negro fuerte.
Sus orejas siempre alertas y sus 18 bigotes blancos le dan aire de super gato.
Es un gato siempre mimetizado.
El gato sale cada noche a recorrer sus dominios. Los tejados le gustan mucho, aunque los entretechos son uno de sus predilectos.
No corre peligro en las alturas.
Abajo siempre hay cuatro perros pastores alemanes que lo miran fijamente como hipnotizándolo para hacerlo caer.
Deben tener por cierto 7 vidas! Hace poco casi las pierde todas a manos de la jauría.
La señora Ximena lo alcanzó a salvar, quitándoselo a los furiosos perros.
Pero le gusta salir y exponerse al peligro que seguramente tiene bajo control. Le gusta cazar pajaritos y andar rondando los árboles que hay en la casa.
Cada mañana regresa maullando avisando que quiere entrar. Lo primero que hace cada día es tomar agua, y para ello se dirige a un lugar especialmente dedicado a él, donde encuentra su agua limpia para beber.
Pero hoy en la mañana, Don Román se sorprendió, al ver que el gato metía la mano al agua, tímidamente y luego la retiraba. Lo observó un rato y de dio cuenta que en el receptáculo que contenía el agua, había un sapito, que se hacía como que estaba muerto y luego trataba de huir del gato, quien seguramente se preguntaba, qué era eso que estaba en su plato de agua.
Ambos se estaban estudiando y el sapito reaccionando a los movimientos del gato, quien tenía mucha curiosidad por el sapito y trataba de agarrarlo con la mano, pero al entrar en contacto con el agua, la sacaba rápidamente.
Quizás cómo irá a terminar esta historia, puede que el sapito huya y no caiga en las garras del gato o que el minino finalmente lo atrape!

Tursol Donoso