A veces el viento cambia
partiendo la espiga dorada,
abandonando en el suelo
sólo un montón de paja.

Y queda la fértil campiña
en un terreno polvoriento
con un sol que abrasa
cualquier pobre vestigio.

Pero a veces muere el grano
bajo la tierra que aguarda
a que la cultive otra mano.

Entonces despierta la vida
de su profundo sueño
y con nuevo aliento, danza.

Espiga al viento

Joan © Bosch 01/09/10