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oculto bajo su escritorio, don jose pensaba en qué dirá su jefe... había cometido un error, luego de años y años de labor ininterrumpida asistencia a sus labores, pero no era una falla menor, no, nada mas lejano a ese frío y delicado pensamientos, no, fu algo así como quien se atribuye un escalafón de sus funciones y dentro de aquellos sentimientos, se pronunció... ¿qué?, bueno, eso fue algo extraño en don jose, pues, bajo ese perfil bajo, se encontraba un señor, un gran señor, que moraba en un reino y un país que nacía apenas don juan cerraba los ojos... cierto, don jose, se confundió de espacio y lugar... sintió estar en el mundo de sus sueños e hizo lo que siempre hacía... bajó sus cachivache almacenados en su escritorio y luego de narrar a todos los empleados de su alto nivel cultural, linaje y mas... entró a la oficina del su jefe y le cogió a patadas hasta llegarlo a echar de su propio local... recibió, luego de esto, aplausos, apretones de mano, pero esto fue momentáneo... lentamente llegaba la fuerza del ministerio, apoyados en la mano dura y golpeada de su jefe... esto solo le dio oportunidad de pensar si estaba en su sueño o ya hacía mucho que estaba lúcido... miró sus cosas, sus manos delicadas y se miró al espejo y allí entendió todo... una confusión, una ligera pero intensa confusión que nadie mas que él podía entender... cogió todas sus cosas y salió por la puerta. antes que se lo cargaran y lo cogieran a patadas... salió y vio como un tropel de policías entraba, preguntando por él... corrió hasta llegar a su casa y ya en la puerta, la tocó... nadie salió, excepto su viejo perro... entró y se sentó al borde de su cama... ¿y ahora?, pensó. su pero le miraba como quien mira a un loco... caminó hasta ´çel y se le acurrucó en su regazo, como diciendo: vamos a dormir... por primera vez en el día, don jose sonrió. tomó varias pastillas para dormir y se echó... allí estaba, aún en su oficina, solo que esta vez una fuerza mas grande que él, se enfrentó a todas las fuerzas del ministerio: ... "¿desean mi cuerpo? ¡aquí está!... ¡cójanlo, no es para siempre, dura no mas de un abrir y cerrar los ojos!... ", don jose cogió una hoja en blanco y se lo puso a los pies del jefe del ministerio. "¿puede leer?... ¡quién sabe leer lo no dicho ni escrito en página en blanco puede decir lo que brota de su alma, rebelde de todo apretón de ideas y los más bello sentimiento de un pueblo que agoniza en el océano de la mediocridad!...", don jose siguió hablando hasta sentir que todo el mundo le escuchaba. miró al cielo y una estrella le dijo que continuase, que el tiempo le daba mas tiempo, que la noche se prestaba para un brillo mas de mil estrellas... era su más importante momento... con tan semejante fuerza, don jose supo que no había mas que decir... cogió a su jefe y luego de darle un beso en su frente dijo: "sé bueno con tus hermanos... no todos sabemos lo que somos, pues, aún estamos aprendiendo a ver con los ojos, a escuchar y sobre todo a perdonar..."... don jose despertó y lleno de una fuerza sin igual, quizá cargado de tanta gracia por su sueño, se encaminó, junto a su perro, a su centro de labores.... allí estaba su jefe y aún pululaban las fuerzas del ministerio... le miraron y con una gran incógnita se preguntaron qué hacía allí... no hay palabras para lo que sucedió luego, tan solo se recuerda ver al perro correr sin parar hasta entrar en su vieja casa, que al poco tiempo tuvo que desalojar al no haber más que un viejo perro como inquilino... ¿don jose?, bueno, volvió a su centro de labores pero, no en el ministerio, mas bien en un viejo loquero... cerca de él, yacía una vieja cama en donde su mundo volvía a renacer... un lugar en donde los aires eran más puros, los perros lamían a su dueños y los jefes eran ejecutados con palabras de justicia... |
Texto agregado el 01-09-2010, y leído por 202 visitantes. (0 votos)
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