Llévame donde las palabras ya no tienen eco,
Donde el corazón ya no late ni siente
Donde se pierde la conciencia del día.

Llévame donde mis pensamientos ya no duelan,
Donde el aire ya no se causal de vida.
La vida se aleja del sendero de la verdad y
Solo deja sombras de mentiras.

El recuerdo de torna tortuoso.
Deja perderme en el espacio oculto de las sombras
Deja que mis manos envejezcan y
Se vuelven sabias las palabras.

Llévame al altar de la locura y
Deja encarcelada la conciencia.
Deja perderme en el abismo de lo prohibido
En el color de la infinito.

Deja que mis palabras se tornen vacías
Así descansar del día y de las noches intranquilas.
Deja que mi alma vague por laberintos perdidos
Y que mi sombra se pierda en las tinieblas
Para no sentir ni pensar y tampoco existir.