Qué te mantiene anclado a mis sonidos.
Masticando glotonamente mis letras sucias y desparejas, escondido sutilmente sobre el eco de tu abismo. Acaso soy, el pretexto oscuro que tus sábanas cobijan en madrugadas mudas. Sabes, que esta pobre escritura es deficiente de formas musicales, no detienes tu mirada en su estructura, sabes que los versos se chocan y caen brutalmente al pantano de todas las ausencias, sabes que su métrica es incapaz de sobrevivir al murmullo de la literatura clásica.
Qué te mantiene entonces anclado a mis sonidos.
Mis hombros se estiran en vano en busca de la consonante que de prestigio a estas vocales mal hilvanadas, sobrevolada por mariposas ciegas que se
suicidan manchando de sangre la palabra.
Qué te mantiene anclado a mis sonidos…