Me encantaría decir que es amor, que he buscado la excusa perfecta para que me beses cada día sin más ni más.
Pero no es amor, son solo besos fugaces, que se regalan, con el solo placer de besar y de saberse besado, es un juego y tu lo sabes, mejor que yo parece.
Me dijiste hola y comenzó el juego de besos
Así comenzamos, yo iba y tú sonreías.
Yo iba, tú sonreías y yo tarareaba para ti alguna canción
Seguimos, Yo iba, tú sonreías y me pedías un beso, yo te lo daba cerca de la boca.
Seguimos, yo iba, tú sonreías y me pedías un beso y yo te lo di la última vez en la comisura.
Un día puse mi boca al aire para que tú posaras la tuya, como palomilla nocturna, en donde tú quisieras y besaste mi mejilla.
Hoy me queje, te dije; buuu que fome, así te quiero. Y te pose en la boca mi beso.
¿Uno, dos tres? Si, me debes tres besos de la última vez que nos vimos.
Por que así es y espero verte pronto para que sigamos con el juego, con ese bobo juego que cuando niña nunca jugué, no porque no quisiera si no más bien porque no muchos querían jugarlo conmigo.
Hoy lo haces con placer, te divierte, al igual que a mi, sin el vulgar del sexo. Me tomas con cuidado, y buscas la forma de hacerlo diferente, teatral, novelístico.
Me sonrojé en ultimo momento, ¿fui yo o hace rato tuvimos nuestro momento?
Porque en tu boca se me hizo tan fácil la conexión.
¿En que irá?
¿Serías capaz de decirme mañana cuando te vea ahí de nuevo?
¿Jugaremos juntos otra vez?
Yo si quiero…
Te espero.