Olvidarte a 500 Km

Solo hasta ahora se ven los frutos de un viaje internacional, cuando se llega a la frontera de un país el cual solo conocemos por fotos, descripciones y algunos videos turísticos, que reflejan muy poco todo lo que podemos apreciar por nosotros mismos por obvias razones, mi ropa ya está seca y me encuentro a 400 Km de casa, jamás hubiera pensado ir tan lejos solamente para pasar 5 segundos sin pensarte, todo el daño que he recibido involuntariamente, solo para descubrir que siempre hay cosas que hay que experimentar a través del dolor para comprender su significado, es algo triste pero no depresivo, porque de un lado optimista el dolor es debilidad saliendo del cuerpo, 1 año y 401 Km atrás hubiera querido pensar eso, y solo a través de la comprensión de la dura aunque interesante realidad, la cual no quise aceptar pero termine comprendiendo de forma muy vaga pero aceptable para mi corazón.
4 meses y 402 Km atrás tuve la oportunidad de ver cómo funciona el irónico destino que nosotros mismos formamos, dándome cuenta que al contrario de lo que nosotros pensamos, si juramos que algo no pasa en forma de burla, el libre albedrio deja de ser libre para enseñarte una lección. 4 años y 403 Km atrás experimente la primera de las lecciones del destino, cuando decidí no hacer algo que yo consideraba imposible realizar, y que termino pasando de un modo extremadamente inexplicable, y sentí por primera vez que debemos tener cuidado con lo que deseamos, se puede convertir en realidad.
No es mas de mediodía cuando llego a un restaurante de carretera 17 Km adelante, nada especial en apariencia, se ve de un color que avisa un día lluvioso, y en estos momentos no está haciendo nada de sol, al entrar veo a muchas familias con distintos problemas, especialmente con sus hijos, con mucha curiosidad decido tomar mi café en silencio para escuchar las conversaciones y veo que los problemas que tienen son los problemas que tuve cuando era infante, niño, adolescente, como si estuviera recapitulando los errores que cometí en el pasado, y al ver la reacción de sus respectivos padres, caigo en cuenta que yo fui muy afortunado al tener padres que comprendieran mis problemas y no hayan necesitado gritarme o reprenderme, los problemas de las personas dependen de muchas cosas, pero lo que estoy viviendo fue definitivamente de origen desconocido, de origen divino diría yo, no en tono blasfemo, si no que yo creo en el amor, eso es fe suficiente para mí, y ya que el problema es de mal de amores, cae perfectamente en la descripción.
Pago la cuenta del restaurante y los problemas que deje hace 450 Km acechan otra vez, pero me prometí a mí mismo que no volvería a realizar acciones que solo hacen daño a ambos bandos, y que la felicidad verdadera del amor no radica en estar con alguien sino asegurarse de que esa persona sea feliz, ya sea con nosotros o al lado de alguien más, y es crítico cuando la otra persona es un amigo, pero son cosas que pasan y 499 Km delante de mis problemas, antes de pasar por el peaje, recuerdo las verdades más grandes: no necesito a nadie para provocarme daño, eso lo puedo hacer solo. Aquellas personas que rechazan el amor que les puedo dar, no merecen seguir siendo amadas y al contrario, en vez de insistir, dejar que sigan con su camino, y la última verdad, aunque suene algo egoísta, es que tengo el derecho a ser feliz, ya sea a tu lado o al lado de alguien más, yo te quise mucho, 500 Km atrás eras todo en lo que podía pensar, pero ahora, 501 Km más adelante, dejare que seas feliz con quien quieras estar, pues te deseo lo mejor y quiero que seas feliz aunque no sea conmigo, si lo logras, es lo mejor que puedo hacer para darte felicidad sin que mi amor por ti intervenga.