El fusil oxidado por el tiempo y por el desnudo olvido...yace junto al cuerpo, inerte,
de aquel soldado, fiero como pocos...valiente, osado... ya dormido.
de mil batallas el primero...de todas el último en retiradas...en su pecho, dos balas...
y una estocada de silentes bayonetas...su sangre a fuego, fundió el acero de balas y espadas...
yace inerte, su rostro altivo sereno con la vista en su amada...aquella de la estrella solitaria...se conocen pues los dos se acompañan...hoy te cubre con sus colores y tu patria...dormido tu descansas...de los ardores de bestiales batallas...y descansa también...quien fuera tu enemigo...el que quiso siempre parecerse a tu destino, de valientes y aguerridos...Dama solitaria la que llorará tu dramática partida... quizás nunca conoció el placer de tus brazos....quedara por siempre a la espera de su amado soldado...el que la vida hoy le ha negado...pues sus amores viajan al olvido...te iras al encuentro de aquellos compañeros de otras armas...que antes que tu...han partido...y esperan por ti...pues te tienen reservado tu puesto en su ultima jornada...aquella que honores rinde, a valientes y osados...aquella que no distingue ni rango ni color ni pabellón, donde a tu lado desfila... gallardo...valiente, quien dos balas en tu pecho depositara...aquel que dudando de su acierto...con su bayoneta tu pecho abrazara...no hay caídos, vencedores ni vencidos...solo muchachos, valientes soldados que rinden honores a sus nuevos camaradas...de fuego...de sangre...hasta siempre vigilantes de...almas y soñadores...

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