Camino a tu encuentro primavera silente, rugido de cabellos de otoño. Con los bolsillos en la mas manos, con un silencio gritando a espaldas del mundo y al frente de la oscuridad que me huye.

Viento rozado escapa de mis mejillas, como beso de águila al cielo; las estrellas me abrazan con esta errante luna, escondiendo mis respiros en boca de montaña rasgada, en resquicios del celeste desarmado.

A tu encuentro voy; me ronda la escarcha de luciérnagas estáticas, estos árboles reunidos en un cantar de hojas espías. Con susurros la brisa roba mis besos, ocultando sabores en tu inocente reflejo de sol insomne.

Avanzo; buscando encontrarte en el juego de mi pecho, contrariando a los pasos por este océano florido de reflejos de palabras, por esta fugaz estadía de presente borroso, por esta herida mirada desde dentro.