Tengo un caracol en el estomago que me desmigaja entre los ácidos, que me surca el tobogán de los dolores; Y como quien dice tener, tengo un jilguero que me chifla un tango en el oído, que cuenta sobre veredas y desdichas, a veces se hace amargo y me destila los impulsos mas reñidos.
En mi cráneo nada un pez mastica-sueños, anaranjado y pervertido, enviciado de mi arterial satisfacción empobrecida, que flota de costado entre neuronas enredadas con gusto a alimento para peces mastica-sueños… (Las casualidades de los gustos me castigan)…

¿Que mas hay por decir, y por tener?, todo cuesta mucho, o cuesta poco… (Si escucharan al loco que predica por la plaza, a lo mejor me entenderían). Todo es dar… y el amor es como un hilo de luz que no se pierde, ni se muere… se transforma en otros ojos y otros brazos…

Ya teniendo en claro las respuestas y soluciones del crucigrama, me obligo a abandonar el hábito de elaborar el gusto a alimento para peces mastica-sueños, liberar al jilguero y poner al caracol debajo de un zapato.

Todo cuesta mucho, o cuesta poco… depende el precio que estés dispuesto a pagar…