En la tele están dando Mejor Imposible. Ya la ví. Estoy en una clínica. No, es una casa de playa.

Mi padre está acompañándome. Le pido seda dental. Limpio entre mis dientes lo mejor que puedo con la seda. No es tan difícil. Se me olvida que quiero ser dentista. Una luz mostaza inunda el lugar. Afuera está la playa. Qué ganas de ir y caminar sobre la arena, escuchar el oleaje, sentir el calor del sol en la tarde... y acostarse sobre la arena caliente...Puedo ver una pareja caminando por la orilla de la hermosa playa durante el atardecer. Debo seguir acostado. Los medicamentos calman mi dolor, que a veces se vuelve insoportable.

¿Por qué me duele tanto?

Y así, pasan las horas. A veces es mi hermano mayor quien me acompaña. Le gusta ver tele todo el rato. Yo ya ni quiero mirar esa pantalla de mierda. Desconozco las horas y los tiempos. Quisiera dormir, pero no puedo.

Tengo un teléfono a mi lado. Lo ocupo para llamar a la enfermera, para que me traiga algo para el dolor. Me gusta que vengan las enfermeras, casi todas son lindas y amorosas... Me siento seguro de mi mismo. Estoy débil, pero eso me hace sentir fuerte...

Las ganas de morir son grandes. Me duele la cabeza. Quiero saltar por la ventana y terminar con todo de una vez. Lloro. Y sigo llorando, mucho rato. Parece que alguien me consuela. Lloro por mis penas de ayer. Me acuerdo de ella, la primera...

...

Un día, vienen a visitarme unos seres fantásticos: son mis hermanitos chicos. Los amo... ¡Qué alegría verlos! La cabaña de playa está resplandeciente de nuevo.

Así como aparecieron, de la nada se van.

Oscuridad...