Un día como hoy, un veinte y dos de agosto, hace treinta y un años, vio por primera vez la luz una hermosa niña, quien colmó de felicidad y regocijo a sus padres y hermanos, por ser la mas pequeñita en su familia.

Entre risas, llantos y juegos inocentes, esta princesita empezó a crecer, aprendiendo a dar sus primeros pasos, a pronunciar sus primeras sílabas, a escribir sus primeras palabras y a dar forma y color a su imaginación.

El tiempo siguió su transcurso, y aquella pequeñita de piel blanca, cabello corto y castaño y ojitos oscuros, se convirtió en una hermosa joven, ganando cada vez mayor gracia y simpatía.

Sus dones se fueron afirmando cada día, por su inteligencia y capacidad se convirtió en toda una profesional; por su valor y tenacidad, en una mujer que sabe enfrentar los retos que la vida nos presenta a cada instante.

Su talento con las palabras, su ternura y sensibilidad la convierten en una gran artista capaz de crear los mas bellos versos que jamás haya leído, al mismo tiempo se deja envolver por mágicas notas musicales.

Esa eres tu, chiquita linda, mi manera
de quererte es ahora diferente,
espero que hayas pasado un
maravilloso día con toda tu familia
y todos tus amigos.

DIOS TE BENDIGA SIEMPRE