Dame suavecito un beso copo dulce de algodón que embriague mi corazón aligerando mi peso. Dame suavecito un beso señor duende misterioso tan cálido y silencioso como el de un ángel travieso. Copo dulce de algodón almíbar entre mis labios que no saben ni de agravios bajo tu roja pasión. Que embriaga mi corazón este divino elixir así puedo presentir tu amorosa sin razón. Aligerando mi peso tu tierna boca adorada que sabe a miel y granada colmándome de embeleso.
Texto agregado el 23-08-2010, y leído por 409 visitantes. (25 votos)