Despierto en cama y veo arriba, veo todo blanco excepto por un punto negro que desciende lento, una araña baja poco a poco, sé que me va a morder y sonrío, no puedo aguantarlo. Yo coloqué la trampa para que vinieras hacia mí. Te conozco por otros nombres pero hoy te llamo araña. Me hago el muerto, todo inerte, sólo se mueve mi corazón, cuarenta veces por minuto, casi muerto, te tomo por las piernas y viajo a millones de lugares montado en ti, tan rápido como tus ocho patas van, aguanta que falta mucho para llegar... Miro el paisaje y poco tiene sentido, cada cosa nueva que veo hace que mi cara muestre una mueca diferente, veo un montón de jinetes cabalgando tu especie y tomando el sol. Volteas tu cabeza y me miras con una docena de ojos y con mi bastón te rompo un par, no quiero que me veas, sigue andando que para llegar todavía falta.