Al fin sentí tranquilidad y una sensación de protección que creí perder hace mucho... Sentí que nada malo pasaría, sentí que el tiempo no existía, que aún a mi edad consolarías mi llanto sin hacer preguntas, que calmarías mi angustia, que lo entiendes todo con solo mirarme, que no necesitas explicación alguna para saber consolarme. Porque todo lo sabes, tus palabras tranquilizan mi interior repentinamente y me dan ánimo para recuperarme… nada mas existió en ese momento. Esta sensación fue única, mi corazón agitado consiguió la paz, mi respiración se atenuó en cada exhalación, mis ojos lloraron mucho porque sentí que se limpiaba mi alma y se desataba este nudo en la garganta, añoraba desde hace mucho vivir esa calma nuevamente; y es que sin notarlo siquiera permití que el tiempo arrebate de mi todo recuerdo de este sentimiento.
Pido perdón por no haber estado contigo siempre, por haber crecido y sin desearlo haberte puesto a un lado de mi camino, por creer que yo solo podría con todo, que tonto… que iluso. Desde antes y desde siempre te veré “hacia arriba” aún con el pasar de los años, porque no importa cuantos logros tenga, o cuanta gente conozca, cuanto conozca del mundo o cuanto dinero gane, siempre me faltará mucho para seguirte el paso, para alcanzar al menos una pizca de tu sabiduría y calzar en tus huellas.

A tu lado me sentí protegido, aún cuando fue un eterno y breve instante, porque el tiempo nunca será suficiente, gracias por este abrazo eterno y por vivir en mis pensamientos... gracias por visitarme en sueños aún estando despierto... gracias papá.