El hombre se conoce tanto como conoce el fin del último abismo. Ciegos en la noche tapada. Sordos en el vacío de la existencia. Mi poema es mudo, porque intenta decir lo que decir no se puede. Mi lágrima es eterna, porque eterna es la noche y eterno el abismo.
Texto agregado el 18-08-2010, y leído por 143 visitantes. (4 votos)