Doce días,
tiempo de extrañarte,
de perderme en laberintos,
encontrar tu rostro
y buscar tus labios,
conquistarte, imaginarte,
desnudarte, masturbarme,
tiempo de morder tu pecho,
de desvestirte con violencia,
romperte todo, violarte,
amarrarte, embriagarte,
de invadirte, liberarte,
extrañarte, llorarte,
de perdonarte y olvidarte.
Doce días, sí,
doce días sin ti,
no importa,
hay más tiempo que vida.
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