El tío del Norte
Texto ya publicado en formato de papel hace parte del libro « Las Crónicas de Nina ». La que cuenta es una niñita de 8 años.
Ya llega el tío Rubén. Llegará el miércoles que viene, o a lo mejor antes, o después. De todas maneras, mi mami dice que es seguro que va a llegar
A mí me gustaría mucho conocerlo, porque parece que yo era muy güagüita, tenía sólo seis meses, cuando vino por última vez.
Mi mami dice que no hay que decir que viene, o que va a venir, porque el alcalde del Norte tiene espías en todas partes.
Es por culpa de ese alcalde que el tío Rubén tuvo que ir a recorrer el mundo, porque un día lo mandó a buscar, y el tío Rubén tuvo que escaparse saltando por la ventana. Pero luego lo pillaron y se lo llevaron con otros más, más de cientos dice mi mami, y los encerraron en una escuela.
Les dijeron que se formaran en fila y les dispararon con ametralladoras. El tío Rubén se tiró al suelo, y todos los muertos se le cayeron encima.
Y pasada la media noche pasó el camión del alcalde para cargarlos a todos y enterrarlos en el desierto. Y el tío Rubén, que todavía estaba haciéndose el muerto, se puso a pensar : « tengo que salir de aquí, ¡ si no me van a enterrar vivo ! ». Entonces empezó a moverse y a quejarse. Uno de los hombres que estaba custodiando el camión, mientras los otros excavaban la tierra, gritó : - ¡ Oigan, aquí hay uno que está vivo todavía ! Y el tío Rubén les dijo : « No me vayan a enterrar vivo por favor ¡ porque esto sería un crimen ! »
Los hombres, después de mirarlo sorprendidos y de mucho cuchichear entre ellos, le dijeron : - Andate corriendo ¡ o sino, cuic !
Y el tío se echó a correr. Corrió tanto que cuando se paró se dio cuenta de que ya estaba en el confín del mundo, y que, para más remate, todo bañaba en la oscuridad. Tuvo que extender las manos para no tropezar con nada, y como se dio cuenta que de nada le servía caminar con los ojos abiertos en medio de la noche negra, los cerró para dejarse guiar por el ruido y los olores de aquel lugar.
Cuando por fin los abrió, se dio cuenta que se había metido en una casa y que un chino lo estaba mirando con sus ojos como rayas.
El chino le preguntó : - ¿ Pol qué tú leno de sangle ? -
Y el tío le contestó : - Porque ¡Pam-Pam ! -
El chino le volvió a preguntar : - ¿ Y pol qué Pam-Pam ? -
Y el tío Rubén le dijo : - Porque Alcalde chiflado, yo quedarme aquí, por que sino, a mí, ¡ Pam-Pam, Cuic-Cuic !
Entonces el chino movió la cabeza riéndose :
Okey, tú quedalte aquí – Y se hicieron amigos
El tío aprendió a hablar chino, a comer como chino con los palitos y todo, y también se enamoró en chino, porque se casó con la hija del chino.
Hasta que un día el Alcalde contrató un circo para entretener a la gente. Y mientras todos se distraían con las payasadas de los payasos, con las acrobacias de los acróbatas y con los saltos mortales de los volatineros, ordenó a los milicos que fueran a trajinar en todas las casas.
Los únicos que no habían ido a ver el circo eran los chinos, y el tío Rubén volvió a salir corriendo.
Pero uno de los tíos de su señora china lo escondió en su máquina de lavar ropa y allí tuvo que dormir toda la noche, al medio de las colchas, de las fundas y de los calcetines, que pertenecían al carnicero, al peluquero y hasta al mismo Alcalde del pueblo.
Al día siguiente se disfrazó de pirata; se puso una pata de palo y se fue chupando una pipa, para tomar un barco que lo llevó rumbo a Europa.
Llegó a España y se enamoró de una gitana que le enseñó a bailar taconeao, a tocar las castañuelas y a gritar ¡ Olé !
Pero un gitano, que era su rival, le dijo : - Te desafío en duelo -. Y el tío Rubén, que ya no quería tener más líos, se mandó a cambiar y se volvió para el Norte. Y como el Alcalde ya se había cansado de buscarlo, decidió irse a la sierra, a vivir con los indios.
Cuando llegó allá, los indios, que no habían visto nunca a un pirata que mascaba la pipa y se ponía una pata de palo nada más que cuando le daban ganas, lo miraron como a un pájaro extraño.
Entonces el tío les dijo que si se unían todos podrían bajar al pueblo para echar a patadas al Alcalde, pero los indios no lo entendieron.
Decidió educarlos. Pensó que sería bueno primero enseñarle el castellano a todos los niños, para que ellos después pudieran enseñárselo a sus padres, y que así comprenderían todos lo que él había querido decirles.
Pero al cabo de un tiempo, se puso a contar con todos los dedos que tenía, y se dio cuenta de que necesitaría más de cien años para educarlos a todos y exclamó : - ¡ Puchas que estoy desalentado !
Y se fue a vivir al desierto. Mi mami dice « se fue a enterrar en la pampa desolada y desértica del Norte ». Bueno, se enterró ahí, porque hizo un hoyo para ver si encontraba petróleo, pero le falló, entonces se puso a pensar : - ¿ Qué mierdas estoy haciendo aquí, cuando allá en Valparaíso tengo a mi hermana y a mi sobrina Nina a las que quiero tanto ? – Y fue así como al fin decidió venirse.
Lo único que quiero es que no se traiga otro viento más, sino mi mami le preguntará : ¿ Y qué viento te trajo por aquí ?
|