Soñé con el amor...
Y al mirarme al espejo de la vida
sentí que era el único timón de mi barco...
Soñé que alguna mirada
siempre me sonreiría al alma...
Soñé que la verdad rompería las cadenas,
que la inseguridad se tornaría fe y
que celebraría cada amanecer
que supiese apreciar...
Alguna vez lo sentí...
Quizás en este momento...
Pero el amor entristece
cuando no da lo que desea,
o más bien, cuando dándolo,
no es recibido intacto,
como fue concebido,
con la pureza del todo sin nada.
Y soñé con la ilusión de seguir
buscando la vida en cada gesto,
en cada sentimiento, en cada suspiro...
Pero el cansancio susurra en mi oído
sombras de fracasos...,
fantasmas de la inseguridad.
Y culpé injustamente a la soledad
de mi desamparo...,
y el dolor me apretó más fuerte
cuando reconocí el amor
luchando por mí...,
mientras yo permanecía inmóvil,
aterrorizada quizás...
¿Existe ese recipiente deseoso,
sin reservas, de llenarse
de esa vida que se me escapa
por las ranuras de mis dedos...?
Pero al fin me atreví
a soñar mis sueños...,
a vivir mi vida...,
a acoger mi dolor desnudo
y acunarlo entre mis brazos,
de la misma manera en que mi alma
roza otras almas con ella...
(28/09/03) |