Anoche me fuí a la cama, nada especial en la mente
pues quería descansar luego de una largo y duro día
No pasaba mucho tiempo y creo que hasta roncaba.
a eso de las dos o tres, presentí un movimiento
en la penumbra noté, silueta que se me acercaba.
Sentí un sobresalto, no miedo, parecía ser una dama.
Callada y cuidadosmanete la bella extendió su mano
y bajándome la sábana, comenzo a manipular.
Yo creí que iba a explotar al momento de contento
porque pude vislumbrar que era bella y era joven
de belleza peculiar, yo me dije "¡Mamma mia!
Esto debe ser un sueño, estas cosas no suceden".
¡Que me baja lal la pijama! y extendiendo finos dedos
los metió bajo la piel ya los lados de la ingle.
Me extrañaba la maniobra y esperé a lo que pasara.
Con una voz muy sensual, la dama me cuchicheaba:
"Por favor hazme el favor y tose con discreción"
No quise desobedecer e hice lo que me indicaba
pues en artes del amor, no existe la última palabra
Repitió la operación ya de un lado ya del otro,
luego se enderezó y me tomó por un hombro
mientras me murmuraba con su insinuante voz:
"Estás bien, no tengas pena" y en la forma como entró
se escapó por la ventana, en silencio y con cautela.
Moraleja de esta historia es, no te dejes llevar
en alas de la fantasía. Yo creí que aquella dama
se ofrecería a brindarme una noche inolvidable
mas cuando metía la mano, sólo palpaba por hernia.
Hoy llamé a mi trabajo, alegando estar enfermo
no he olvidado su esplendor y por eso estoy llorando.