Noche de lluvia, tormenta y descontento,
Fueron las condiciones de nuestro fugaz encuentro,
Miradas juguetonas me insinuaban a verte,
Eran la perfecta oportunidad para come meter el mas inocente delito,
mi numero escrito con tinta de cielo y papel de luna,
Mi mente buscaba la mejor escusa para oler de lejos tu perfume,
Tu aroma a hombre,
Esos labios tentadores que rogaban mis besos,
Y hacían prisionero a mis ojos que no dejaba de observarte,
Como lo haría el cazador a su presa, que devoraba sin haber tocado un pelo,
Pero que imaginaba teniendo entre sus brazos y mezclando tu sentimientos con los míos,
Como se junta la sal en el mar azul e inmenso,
Como fruta de árbol,
Como agüita de coco,
Como entrego mi corazón en estas líneas,
Y derramo de dulzura tu oído.
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