CUANDO ABRI ESA VENTANA
TENÍA UNA GRAN CERTEZA.
LO SOÑÉ TODA LA SEMANA
QUE VERÍA A UNA PRINCESA.
LA ENCONTRÉ EN INTERNET
Y ME CAUTIVÓ SU HERMOSURA,
QUE BELLEZA DE MUJER,
MÁS NO PARECÍA UNA CRIATURA.
ELLA DE VERDAD VALÍA LA PENA,
ASÍ LO PUDE CONSTATAR,
ME CAUTIVÓ UNA SIRENA
QUE ENCONTRÉ EN ALTAMAR.
NAVEGANDO POR LOS MARES,
DE ELLA ME ENAMORÉ.
LA BUSQUÉ POR MIL LUGARES
Y LA ENCONTRÉ EN EL INTERNET.
MI SIRENA ES MUY BELLA,
YO LA MIRO EN LA PANTALLA,
NO LA ENCONTRÉ EN UNA ESTRELLA,
NO LA ENCONTRÉ EN LA PLAYA.
Y AUNQUE LO DUDE USTED,
A MI SIRENA PRECIOSA,
LA ENCONTRÉ EN INTERNET,
UNA TARDE MUY LLUVIOSA.
DESDE ENTONCES CADA MAÑANA,
CUANDO ABRO LA VENTANA,
SIENTO QUE VALE LA PENA
PORQUE ENCONTRARÉ A MI SIRENA.
NUNCA LO DUDE USTED,
QUE OCURREN LOS MILAGROS,
Y AL NAVEGAR EN INTERNET,
VAYA QUE VA A ENCONTRARLOS.
HASTA PRONTO MI SIRENA,
YA NO PUEDO NAVEGAR,
ME IRÉ CON LA LUNA LLENA,
CONTIGO VOY A SOÑAR.
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