Ese goteo es el de la vida liquida que se extingue a través de mi piel mutilada, es el sonido de la oscura visión de la nada, nada en el corazón, nada que ayude a curar; simplemente nada. Ese sonido es el de los alaridos escondidos en la música que regocija con su presencia nebulosa; es el sonido del silencio que suavemente me rodea, que sosiega mi oscuridad y sofoca el sonido, sofoca mi voz, sofoca mis pensamientos, me sofoca. Como un vasija vacía y rota estoy aquí; en el suelo, resquebrajado, en pedazos, piezas que encajarían a la vista, pero simplemente no encajan adecuadamente, y si; sigo dentro de la oscuridad.
El eco se escucha húmedo y vacío, es el susurro de las ánimas que en pena acompañan la soledad, el vacío, el abismo que soy, que seré, que fui; de pronto solo veo agua, solo siento agua, como si ahogado estuviera en las penumbras de los yacimientos de mis lagrimas en las grutas de esa mirada negra. Así es como el sangrado se escucha, como el sangrar se ausculta; esta es así, una manera de sangrar...Sangra, no te olvides de sangrar, no te olvides de presenciarlo, no te olvides de recordarlo y seguirlo paso a paso como si fuera la primera y última vez que lo haces; mantén conciencia de tu sangrado, mantén sensaciones de el, de ese cálido liquido derramándose por la parte posterior de tu mano, conserva ese tacto de el camino que han trazado tus sicarios en la piel; formando gotas de sangre al final de cada dedo, mantén oído de ese sonido, de ese goteo en el que la vida liquida se extingue; así que duerme en tus arras de vidrio, enamórate de el vacío, descubre las cicatrices y sonríe; esta es así, una manera de sangrar.
Déjame sangrar y observa cada gota que cae; déjame sangrar y déjala ser tan negra como el barro; déjame sangrar y obsérvalo, se testigo, déjame sangrar, déjame caer. Es así como la mente se tuerce en oscuridad; tantos pensamientos que quisiera poder decir, expresar, escribir, declamar, dibujar o esculpir. Sangrando a la musa pido auxilio, grito en silencio en mítica perfidia que acuña la posición cualitativa de la decadencia que pútrida me hunde más en ella; esta es así, una manera de sangrar.
Tomas mi muñeca, con fuerza, con violencia; con odio y rencor y observas mientras esta rompe en llanto carmesí bañando el suelo de mármol blanco; el dolor ha sido liberado. ¿Entienden mis causas?, déjenla fluir y déjenme extinguirme, viola la escena; el pecado ha hecho su estrago hoy; esta es así, una manera de sangrar...Y ellos llaman desde abajo; desde la penumbra, ellos llaman desde arriba; desde las alturas en un sosiego de confusiones fantásticas que los llevan al sangrado a través de su piel brillante, de su piel blanca, de su piel suave y perfecta. Ellos sangran y disfrutan, ellos sangran y lloran en carcajadas; ellos sangran y disfrutan el dolor que crespa la piel y ahonda la mirada, pierde la noción y brinda la estocada; sea la locura que sangra por los poros la de la incomoda conciencia de saber que se sangra hasta la locura; esta es así, una manera de sangrar.
Entiérrame debajo de esa fuente de rojo y penetrante olor, deja que su contenido corra con tintineante fervor; deja que me enrede en su oscuro sabor; tan oscuro como la sangre que corre por mis venas y me convierte en loco, me convierte en ánima, en victima y victimario de la hambruna nocturna que mitifica mi existencia. Sea yo tu verdugo y tu dador de vida quien bebe de esa fuente; quien alimenta sus entrañas con tu afable sabor. Esta es así, una manera de sangrar...Los ojos sangran oscuridad, nuestros susurros traen el silencio, nuestras formas alimentan a las sombras, nuestro roce se torna en violencia; fuera de la vista vivimos, sangramos; dentro de horas olvidadas aparecemos. Decimos lo que no puedes escuchar, maldecimos tu sueño; en la arista de tus ojos nos escondemos y nos lamentamos derramando lagrimas de sangre que colman este pozo, lo envenenan. Arrastrándonos en la oscuridad, heridos, desangrándonos reímos del alma, nos ahogamos en tu corazón, sedientos de sangre, sedientos de vida. Matamos tus esperanzas, somos tus fantasmas, somos tu miedo y las voces que temes; somos tu conciencia y tu inconciencia, nos has hecho sangrar, y te hemos desangrado. Son estas, las maneras de sangrar.
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