un hombre ha pasado por la puerta de mi casa...
vivo en ella hace mas de cincuenta años
casi nunca salgo a la calle
no es que tema
lo que pasa
es que, me gusta estar en casa
mirar el mundo por la ventana
escuchar sus sonidos
mirar la televisión,
leer un libro
limpiar la casa
cuidar mis cosas
cuidar mi cuerpo
orar por amor
sentir este aliento
recordar lo bello y triste

mucha gente toca la puerta de mi casa
que no es grande ni pequeña
les abro
y ellos dicen ser mis amigos,
parientes,
enemigos...

hay veces en que llega un alma fría a mi casita
trato de no moverme
el alma se da cuenta de mi temor
y se pone a susurrar cosas a mi lado...
cuando se va
un aire puro queda en mi pequeña casa...
respiro profundamente
y siento
que soy dios entre alientos...

las pocas veces en que salgo de mi casa
voy a mercado,
al librero,
al hospital,
a un cine...
regreso
siempre
con la misma convicción
jamás debo salir de mi casa
es tan cálida...
su paredes son verdes
y su techo blanco
sus ventanas están cubiertas por floridas cortinas
que las limpió día y noche,
el piso está alfombrado
y sus muebles son de madera oscura
mi cocina es muy pequeña
tan solo vivo yo
y todos los recuerdos...

un hombre ha tocado la puerta
le miro a través del ojo de botella
es anciano
se parece a mí
es mas
¡soy yo!
¿qué haces afuera?
me responde que es mi ilusión mas pequeña...
lo dejo entrar y hablamos en silencio
le escucho
y le pido que me ayude a limpiar la casa...
no lo desea
le gusta la calle...

todos los días sale
mientras algo dentro de mí
se queda angustiado
esperando su retorno...
espero que vuelva sano,
que cuide su salud
y,
sobre todo
que respire aire puro
como el que hay en mi casita...