figura sudada ladea esponjiforme viento rezumante del sur de la caracola exsudada de tu parto.
mariposas lucen a contraluz surcando medrosas por si acaso el viento las lleva lejos de su pueblo sordo.
cantos estrábicos sirenean lúgubres al puerto abisal enfangado de costras femeninas malheridas mal curadas.
luces salada te ves fina y casi joven, taladrada, ensartada y perforada pareces rejuvenecer. cantos de sirena de barco se alojan en tus recovecos. escondidos al abrigo de cacos cacofónicos que rechinan cuando hablan. tu examor salió a comprar pan hace un lustro que se fue, estás genial sin genital, estás rebien, tienes varios ovarios más que insomnes te regalan pasión y un vestido y te sonríen y te halagan con sus cantos y su porte y su figura y su frialdad y su saber estar y su sencillez galantemente fina y su ímpetu, y su voz grave que baja tus defensas y caes a sus pies y besas cuanto descarta y fluyes en silencio y marcas territorio y menuda fresca quien se ha creído ella que es, y descubres que tienes un tesorito que guardar y proteger, pero que no lo sepa, y que bien me siento a su lado, y que bonito acaba este cuento