Me duele la ausencia después de la presencia,
la ira después de la tranquilidad,
el odio después del amor,
la soledad de estar acompañada...,
absolutamente sentida y real...,
completamente vivida por dos...,
y que pierda todo el sentido por momentos;
momentos en los que el alma
pierde la fe en ella misma
y siente el miedo de la desilusión...
Hasta la valentía pierde su tiempo
cuando mi alma se arrastra
sobre tu alfombra roja...
Y el dolor se hace real, tan real...,
como para huir de él.
Hay dos personas en las que leí
el reflejo de tu alma, y su dolor
fluía tan lentamente como el mío,
con el respeto de la adoración total:
respeto que insulta directamente al amor.
Supongo que mis miedos
me hablan a gritos, o es mi alma
que pide su oportunidad...
Sólo sé que la batalla es dura
y tu mirada no me ayudará...
Mi dolor tal vez no significaría nada
si supiese que lucho por el amor...

(15/08/03)