dueño de una casa, de un perro, de un micro negocio, de un cuerpo maltrecho, de cosas y más cosas... es así mi vida... salgo a la calle olvidando aquellos pensamientos... recuerdo los rayos solares, la infinita cantidad de estrellas en el firmamento, los sonidos de los planetas, en fin... una que otra cosa vagan por mi conciencia... me paro en mitad de la calle y me pongo a escuchar el lugar en donde estoy: perros orinando, olisqueando; señoras paseando de la mano de sus destartaladas empleadas; hombres, mujeres y niños paseando a pesar de no haber mucho sol; aves volando de un árbol hacia otro; huellas por la veredas de la calles... en fin, lo mismo que sucede en cada planeta, existencias flotando, girando alrededor de mundos y planetas, mientras siento que algo galopa dentro de mi corazón... debe ser el mejor momento, aquel en que siento que estoy vivo, sintiendo mi corazón, así como un perro moviendo la cola de contento...