Este día una llamada de "ella" descolocó mi alma por completo, aún para entonces satisfecha de su lucha.
"Que creías en el destino"- eso dijiste.
Yo dije que creía en el amor, y no sé si sigo creyendo cuando me llamas para decirme que me esperabas en la playa, como yo tantas noches a tí.
"Te quiero, cariño..." Era la verdad absoluta en la que creí un día, pero tu lucha, a pesar de suponer un gran esfuerzo al superar tu orgullo, no es nada persistente..., y yo no creo en lo efímero de algo grande, sino en lo duradero de algo pequeño...
Me despedí de tí sin que lo sospecharas, sumida en el abrazo de tu vana existencia imaginada...
Retazos de una pasión que guardé
en el cajón del aparente olvido
que renace muy a pesar mío
con cada imagen que proyectas,
sigilosamente, en mi vida,
ya gastada de amarte...
No conservo ningún reproche para tí
pero tampoco tolero los tuyos,
basados en el egoísmo de ser sólo tú,
sin contar con lo que sientan los demás...
Y no entiendo por qué acabas volviendo
cuando hace tiempo que no existes...
No entiendo por qué la brisa
me susurra tu nombre..., envuelto en soledad.

(22/06/04)