Estos intentaban ser sonetos pero nunca pude acabarlos. Se los dejo. Hago sonetos como un simple vicio que satisface mi hambre de poesía, no importando si con alevosía cometo el tropezón del artificio, ** He mentido de forma tan sublime que hasta las nubes han sido mujeres, y dando al corazón pocos placeres he logrado que la tristeza rime. Mas hoy mi alma de pronto se deprime por palabras parecidas a alfileres ¡Oh alma triste! Dime ¿por qué mueres? Si la soledad de todo redime. ***** Estos ojos parece que no miran, Las manos hacen poemas por costumbre, no hay pizca luminosa que deslumbre, y las cosas parece que suspiran.
Texto agregado el 04-08-2010, y leído por 149 visitantes. (2 votos)