La conciencia,
Los errores que cometemos a lo largo de nuestro paso por la vida, son reflejados en la memoria, por el espejo de la tan vapuleada conciencia que nos aturde y apabulla el alma con reproches y castigos a las más repudiables de las acciones, que sin darnos cuenta o no, lastiman y matan las ilusiones propias y ajenas.
Todos nos enfrentamos a nuestra eterna enemiga, con las miserias humanas, sobre nuestras espaldas, y buscamos justificar las equivocaciones, con palabras de arrepentimiento que nos sirven a veces para ocultar el amargo sabor a fracaso y a soledad,
La conciencia destruye nuestro ego, que alguna vez nos hizo sentir amos del mundo, cuando creemos no oír la voz interior que avisa y frena a veces los errores que se cometen en nombre de la verdad y la justicia, que no se aplica debidamente ,trastornando la manera de vivir del mas honesto de los hombres.
La conciencia no es mala consejera, y nos muestra la otra cara de la moneda, entonces llega la culpa que invade a un ser que sabe el mal que ha hecho, y decide enderezar su camino, es la conciencia que le dicta lo que piensa el corazón, que a pesar de todo nos perdona el daño que causamos, pero sin olvidar que tarde o temprano la vida te devuelve los puñales que alguna vez lanzaste ciego de furia y de dolor, la conciencia no huye jamás del campo de batalla, aunque algunos la hieran de muerte, tarde o temprano
Aparece desgastada y maltrecha, a recordarnos que siempre es bueno arrepentirse de las equivocaciones, para limpiar el camino, que nos lleve hacia un futuro mejor, sin olvidar el pasado, construyendo, un mejor, mañana si le damos al presente un motivo, para que el destino nos de otra oportunidad sin olvidarnos de escuchar a veces a esa vocecita interior, llamada conciencia que aunque algunos parecen no tenerla, siempre la encontraran dormida en un rincón del pasado qie quisimos olvidar.
|