Investigador: Se encontraron, en una casa al parecer abandonada, en la segunda planta, un cuerpo añejo en putrefacción. Todo apunta que es el famoso personaje del cuento Ricitos de Oro. El cuerpo tenía cientotreintaydos puñaladas en todas las partes del cuerpo. ¿Quién pudo haber asesinado tan cruelmente a esta niña?
Gato con Botas- ¿Niña? ¿Cuál niña? ¡Si era bien puta! - se acostó conmigo, con el Osito, con Pulgarcito e hizo cosas extrañas con Cenicienta.
Mamá de Ricitos: ¡Por favor no difamen a mi niña!
Investigador: Eso no nos incumbe
Gato con Botas: AH! ¡Por cierto! ¡También se acostó contigo!
(Reportero tose)
Investigador: Eso no es verdad. Yo no soy un pedófilo.
Gato con Botas: Vuelvo a repetir, Ricitos no era una niña, tenía veintidós y estaba bien buena
Investigador: Y era maravillosa ¿No? ¿Te acuerdas?
Mamá de Ricitos: ¡Dios mío!
Juez: Señor agente, compórtese, por favor. Todos sabemos que Ricitos era muy buena en eso, principalmente con la boca, pero adéntrese en el tema en cuestión.
Investigador: SI, disculpe usted señor juez. Entonces si esta era la niña maravilla, ¿Quién madres la mató?
Mamá de Ricitos: Pues para eso se le pagó, ¡Pa´que investigara!
Investigador: Espérese señora, no cabe duda que usted también es impaciente como su hija a la hora de fornicar.
Gato con Botas: SI, era muy impaciente. Apenas la llevabas a un rincón oscuro y ya tenía su mano en tu…
Juez: Prosiga señor agente.
Investigador: Busqué evidencias en la escena del crimen. Encontré “gorritos” de sabores, lubricante y otras cosas eróticas en el lugar. Supongo yo que murió feliz.
Mamá de Ricitos: ¿Pero quién lo hizo?
Investigador: A eso voy, señora, ¿No le digo? Encontré algo muy importante, una huella de dedo índice de pintura en las bubis de Ricitos Estas eran de alguien que había pintado. Entonces vino a mi memoria el Pitufo Pintor. Sin embargo, este ser vive muy lejos y es muy pequeño, así que lo descarté. Y al salir de la habitación de la casa abandonada, vi que una parte de esta acababa de ser pintada. Y que cuando había entrado toqué por accidente y mi dedo se pintó y al revisar el cuerpo le toqué a Ricitos, pues parecía que sonreía, ¡Hasta muerta lucía piruja!
Juez: Entonces ¿Quién fue?
Investigador: Nada más ni nada menos que…
Gato con Botas: ¿Pulgarcito, Rapuncel?
Mamá de Ricitos: ¿El gato con botas?
Juez: ¿Usted?
Investigador: No, sino que fue suicidio.
Todos: ¿Suicidio?
Investigador: No. Realmente no sé quién fue ni me interesa. Así que doy este caso por terminado y solo digo que hay que conseguir otra que nos haga felices a todos. ¿Qué tal usted mamá de Ricitos?
Mamá de Ricitos: Obviamente, ¿quién crees que le enseñó a mi hija?
(Todos salen de la sala mirando con cierto antojo a la madre de la niña)
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