(Un amigo sicólogo leyó esta reflexión, la encontró acertada. Sobre las opiniones, tanto positivas como negativas, expresó que me daban la razón. vuelve a publicarla, que es muy animadora, me dijo.
Y aquí va)
En este sitio, unos escribimos y leemos; otros, sólo leen (siempre hay lectores silenciosos)
Si escribimos, es para que nos lean. No
pretendemos ganar el Nobel de Literatura. Escribimos porque queremos comunicarnos, transmitir algunas ideas, o ejercitar la imaginación, expresar lo que sentimos, etc...
Si nos emiten un comentario favorable, ¡qué bueno!: alguien nos escuchó (leyó) y está de acuerdo. Crece sanamente nuestra autoestima, porque valemos, (aunque puede inflarse exageradamente el ego también)
Si a alguien no le gusta lo que produjimos, derecho tiene. Y si nos hacen una crítica que no nos gusta, no tenemos derecho a enojarnos.
Mas, si lo hacen de manera agresiva, grosera o hiriente, sintámoslo por ellos, no por nosotros. Significa que aún no han aprendido a comunicarse adecuadamente, o puede que tengan
alguna "tranca" psicológica.
Personalmente, escribo, leo y emito comentarios; a menudo sólo leo y comento, o guardo silencio. No me gustaría que alguien opinara favorablemente sobre mis escritos con el propósito de que yo haga lo mismo con él (o ella).
No soy profesor de literatura. Si emito opiniones, prefiero ir al fondo, a la idea, no tanto a la forma. He leído a veces escritos muy mal redactados y/o con pésima ortografía, pero los he felicitado por el contenido.
Si algo no me gusta, generalmente callo. En todo caso respeto.
La mayoría quiere seriedad. Algunos hacen bromas livianas. ¡No está mal! Yo mismo deslizo a menudo algún chistecillo al comentar. En buena onda.
¡Qué bueno es estar en "cuenteros"!
Gracias porque me han enriquecido con sus comentarios (a lo mío o a lo de los demás) e ideas; con sus buenos versos, reflexiones, narraciones
cuentos.
He hecho también "amistades a distancia" y esto es, impagable, y muy gratificante.
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