Llueve la noche sobre mi cintura
anclada al testamento de mi entraña
y en las puertas cerradas de mi ira
golpeo la carencia con mi espalda.
Siniestra tumba arrastro en mi sonrisa
geografías de exilios que se escapan
furtivos pensamientos que dominan
sentencias al costado de mi cama.
Sublime la mañana que no llega
porque la muerte bebió su nostalgia
de esta pesada piel que se suicida
en el hueco de tu mano ordinaria.
Murmuran a lo lejos los abrazos
que en la distancia claman por tu alma
yo me desangro solo algunos días
cuando la carne huele a rosa ajada
y la humedad del cuerpo me salpica
la fatal decadencia de tu calma.
Texto agregado el 30-07-2010, y leído por 183
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Lectores Opinan
31-07-2010
Definitivamantte que manera de sentir lo que escribes. :D HAKOVICH
31-07-2010
Me gustó, digna de merecer un premio, como la medalla que explicas en tu bio a modo de homenaje. Opino igual que maria eleonor, tienes versatilidad de palabras y enganchas con facilidad al lector. Enhorabuena. 5* claraluz
31-07-2010
Tienes una buena versatilidad de palabra, me gusta tu estilo directo. maria_eleonor
30-07-2010
hermosas letras, muchas imágenes para pintar éste hermoso y doliente sentir!***** nanajua