Se escapan los gemidos
por las costuras finas de mis nalgas
hay una sed suicida que se estira
a los costados tenues de mi espalda.
La sangre, es el fuego que domina
el paisaje animal que me delata
el pecado carnal que arrastra ruinas
me perfuma la lengua con tu calma.
Calla, no me distraigas con sonrisas
dibuja las palabras
con tu sutil caricia desatada.
La serpiente se trepa en mis excusas
por mi cintura esclava de tus garras.
Desgárrame la boca con tu prisa
torbellino rabioso es tu garganta
que me bebe sin piedad las heridas
y me acurruca sucia en tu mirada.
Se escapan los gemidos
por las costuras finas de mis nalgas
soy líquido que emana en tus pupilas
soy la penumbra estallando en tu cama…