Sobreseído, con resguardo de su buen nombre y honor, eso me dijo por el celular mi amigo el abogado mientras estaba con pasajero, por lo que mis maldiciones y gritos fueron para dentro, como cuando uno quiere gritar un gol, y se encuentra que está en el medio de la hinchada contraria.
Principios de julio de hace unos años, una señora apurada por llevar sus chicos y algunos otros que no eran de ella, al colegio, me llevó puesto en la esquina de Aguirre y Serrano. Ella por la izquierda, yo por la derecha. Me dió de lleno en mi lateral trasero izquierdo, trompo sobre la vereda, golpe del otro lado, etc., etc..
Y se bajó gritando: Cómo te me pusiste delante!!!!! Cómo te me pusiste delante!!! Poco importaban los varios metros de su frenada, la fractura de su hija, nada más se le ocurrió decir que eso.
Y todos a la comisaría, porque a no olvidarse, uno es culpable hasta que demuestre lo contrario (salvo que sea un delincuente, claro.....)
Se cansaron de tomarme huellas, pero al menos no me metieron en el calabozo, pero yo no sabía lo que me esperaba más adelante. Mi querida chocadora se cansó de gritarme mafioso, que pertenecía a la "mafia de los taxis", etc. pero al fin y al cabo, perdí el día, tres semanas de trabajo y bastante dinero, aunque debo admitir la compañía de seguros de ella hasta me reconoció unos pesos para que no le haga juicio por daños.
Y ahí quedó todo, por un tiempito.
Noche de sábado, zona cercana a Constitución, un patrullero que no le gusta que estuviera estacionado sobre Lima charlando con alguien, me piden documentos, que estaban todos bien, pero mi boquita!!! para que la tengo!!!
Se me ocurrió decirles que se ocuparan mejor de que no nos asaltaran a los taxis cada vez que llegamos a la estación de Constitución. Se volvieron locos. Entre otras cosas mi documento al Digicom, y oh! sorpresa. Señor, tiene una orden de arresto, nos tiene que acompañar.
Que habría hecho yo? El asunto que allá me llevaron, detenido. Y esta vez al calabozo, sacarme el cinturón, el anillo, darles la plata, etc., etc. Lo que no vieron era que me quedaba el celular en el bolsillo, y fue mi compañero de toda la noche.
Vale decir que en la zona centro sur, comisaría 4a, sábado por la noche, había un solo reo en el calabozo, yo!!!! Y ni siquiera sabía el motivo!!!
Me iba a enterar por la mañana. Por el maldito tema del accidente, me habían enviado una citación a declarar. La portera del departamento donde vive mi vieja, que era donde yo vivía en aquellos momentos, se le ocurrió decir que me había mudado, y entonces..... orden de captura, señores!!! A buscar al reo.
Imputado en el accidente por las lesiones, ni más ni menos. La lesión era una fractura de brazo, vale decirlo. Por la mañana en la comisaría me hicieron firmar un papel que me comprometía a ir al juzgado, y libre....
Fui al juzgado con instrucciones de mi amigo el abogado y con la citación, a pedir fijen audiencia, y levantaran mi pedido de captura. De mala gana me atendió una señora Sonia, que me preguntó que hacía ahí, que dejara el escrito y me fuera, sino me tenía que hacer detener!!! Salí corriendo.
Días más adelante, fui a declarar y vi el expediente. El señor fiscal me imputaba imprudencia. Había una pericia que decía que no se podía determinar la velocidad del auto que me había chocado (a pesar de la frenada, el golpe, etc.), pero podía determinar mi velocidad con una ecuación matemática que todavía no la entendí, venía yo a 37,74 km por hora, o sea una velocidad imprudente para las normas en vigencia. Los 70 de la señora, bien gracias. Ni que hablar de la pericia policial, era más lavada que ropa blanca con lavandina, no decía nada.
Claro que seguí preocupado. La declaración fue de forma, decir lo que había pasado ni más ni menos. Pero al final, que iba a pasar?
Por suerte, todo terminó como reza el título. Puedo decir que fui el ganador, pero fui el ganador? Me tenía que pasar lo que me pasó? Yo tengo la culpa de la imprudencia de los otros? Soy culpable hasta demostrar lo contrario?
Dirán que tengo prejuicios contra la policía y la justicia. Los tenía, ahora ya no son más pre-juicios. Y tengo varias conclusiones: no te dejes chocar nunca, no abras la boca frente a un policía (y de los policías hay para hacer varias notas....), consíguete siempre un buen abogado y tratá de trabajar cuando te dejen.