Yo soy de otra época. La tecnología me ha pasado por encima.
Hablaba el otro día con un contador o estudiante de económicas, no estoy muy seguro, quien me decía que no podía entender cómo se podía hacer un balance sin computadoras. Ja! Ja!
Mi primer día de trabajo enfrenté un subdiario de caja, libro monstruoso si lo había, que ocupaba casi todo en mostrador. Efectuar los asientos en él fue mi primer tarea, muchas columnas con debe y haber, muchos asientos… Para mí era apasionante. Muchos no lo entenderían, tiene que gustarles, pero mayorizar y conciliar cuentas me encantaba.
Luego los balances de sumas y saldos. Que no hubiera diferencias. Y buscarlas luego, pocas veces daba cero. Pero, más allá de la puteada inicial, era todo un desafío. Y siempre la terminaba encontrando. De ahí al balance sólo un paso. Decidir las cuentas, los niveles de detalle, todo empleando mi criterio, que satisfacción!
Gracias que tenía alguna calculadora Olivetti y una máquina de escribir Lexicon para tipear luego. Y, por supuesto, los borradores todos a mano. Y salía. Y se podía.
Con el tiempo fui pasando por todos los avances tecnológicos. Registro directo. Las primeras PC sin disco rígido, hasta los programas en el disco de 5 ½”. El Multiplan, el Lotus, los primeros Excel. Programas hechos por programadores, enlatados, Tango y otros..
Los estudiantes de hoy no imaginan escribir en libros a mano, sumar a mano, tipear a máquina de escribir ni siquiera eléctrica. Se sientan frente a sus Notebooks o PCs y resuelven todo mucho más rápido, o no?
Sólo hay que protegerse de los cortes de luz, subidas y bajadas de tensión, pero para eso están los estabilizadores de tensión y los equipos que mantienen los equipos andando cuando los cortes (en casa los tenés?), también protegerse de los virus, pero para eso están los antivirus (siempre hay un virus nuevo!), no olvidarse de hacer back ups (los discos se estropean, a formatear dicen los técnicos! Hiciste el back up?, preguntan), no perder los pen drive (son tan chiquitos y parecen cualquier cosa!). Y no aprietes una tecla equivocada en forma distraída, sin siquiera ver el cartel de advertencia.
Sí, ahora es más fácil! Pero cuidado!