Como un hombre que está tranquilo descanso siempre sin apremios. Soy el que dormita con los ojos entornados cuando comienza la noche. Nunca me he vendido por una retribución, Tomo posiciones para conseguir prodigios suficientes, Acepto como paga: una sonrisa, un murmullo de aprobación. Introduzco mi cuerpo y mis sueños en mi cama y encuentro propuestas superadoras. En ocasiones necesito cariño , desde lo mas hondo de mi ser. repleto de vacíos inmensos, y muchas veces no escuchan. El mundo me ignora con harta frecuencia, y yo lo ignoro también. Si quisiera podría escapar. Pero no lo hago pues irremediablemente pertenezco aquí.
Texto agregado el 28-07-2010, y leído por 208 visitantes. (3 votos)