Ya el mundo es negro y ya está manchado de sangre. Dentro de 45 minutos amanecerá, pero a ellos no les importa, dado que para ellos siempre es luna nueva, viven en una eterna noche negra, es su castigo...
ellos son los maldecidos, aquellas personas demasiado buenas para ser verdad...aquellos que por esa misma estúpida idea...no pueden existir..Y son mandados aquí a este lugar, a este valle de los maldecidos (¿qué nombre tan original no?) donde se ejecutan los martirios designados a aquellos demasiado excelentes, que por su increíble rango de verdad justicia y bondad, para equilibrar, deben volverse malvados, aquí se le enseña a matar y a torturar, no solo insignificantes vidas sino también sueños y esperanzas....o al menos eso creen que pasa los que se adjudican el derecho de juzgar por sobre los demás...
Lo que realmente pasa es que los maldecidos, no disminuyen su bien, sino que lo conser4van y también almacenan dentro de sí un inmenso mal, casi tan grande como su bien, creando así algo que nunca se ve en la naturaleza universal, se crea un recipiente totalmente equilibrado dentro de sí mismo, lo que lo hace inequilibrable frente a su entorno. Esos somos los maldecidos, los criados en el inmenso valle negro, donde la noche nunca acaba y la luna nunca muestra su blanca cara. Alli fue donde aprendimos a matar con ese elegante estilo de los segadores y a pensar con la ingenuidad de una potestad (la casta de ángeles guerreros). Somos nosotros, los cínicos, aquellos que demuestran la vida y entregan la muerte...Los destructores, los indestructibles, los amadores, los inamables, los caritativos y los que no piden caridad...
somos la contradicción en sí misma y el equilibrio también, supongo que esa la verdadera maldición y no haber sido criados en aquel valle negro y sangriento, El Valle de los Maldecidos.
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