En los fríos días de invierno tengo un arreglo de vida: Si el tiempo no me convida escribo en un viejo cuaderno. Anoto en forma de versos flores que brotan de mi jardín. Y si llueve voy en patín debajo de aleros dispersos. Cuando están tristes, las miro, les hablo con voz melosa. Les arranco la nebulosa y a los pétalos feos tiro. En seguida ellas comprenden que las aprecio y lo dicen. Me dan gracias y me entienden y jamás me contradicen. Si las personas lo hicieran y fueran mas comprensivas sin histerias excesivas viviría hasta que ellas mueran.
Texto agregado el 25-07-2010, y leído por 211 visitantes. (1 voto)