De blanco se viste la luna una noche de verano para danzar en las olas de este mar sosegado. Con la ayuda del viento se despierta la música apartada en el rincón de la callada calma. Emerge la danza desde el fondo del silencio levantando las aguas agitadas por su cuerpo. Crestas de mar bravo que mueren en la playa, el reposo que se rompe por la luna que baila. Y se desata la locura de un reflejo olvidado en que la luna era mujer y el mar, su ser amado. De blanco… Joan © Bosch 24/07/10
Texto agregado el 24-07-2010, y leído por 98 visitantes. (3 votos)