A D O R A D A C U E N C A
Desde tu cabellera,
Por tus mejillas
Despacio; acariciando tu cuerpo
Y admirando tu belleza,
Se desliza reverente
El líquido vital,
En cuatro tonos
Cantándote al oído,
Susurra enamorado
Que en lo que resta de su vagar
Belleza como la tuya
No podrá encontrar.
II
Bellas melodías
Te interpretan chugos y gorriones
Mientras arco iris de colibríes
Juntan miel para tu boca
III
Llanuras a tus pies,
Cual alfombra se ofrecen,
Cerro y montaña
Silenciosa se embelesa
Con el sol desde lo alto
Amo y señor de tu belleza
IV
En tu corazón,
Tejados y balcones
Alegran viejos callejones,
Testigos de tus amores
Pero muy habladores,
Hacen saber a quién quisiste
Y aquellas, cuando contabas
Pétalos de flores.
V
Antes de dormir
Tus ojos brillan,
Cual pícaras doncellas
Posándose en ellos,
Todas las estrellas
VI
Cual lava de volcán,
Adornan y alegran tu noche
Al son de tonadas y pasillos
Encendidos collares y sarcillos
VII
Nadie interrumpe tu sueño
Hasta que se hace presente la aurora
Única con el honor de
Despertarte gran señora.
VIII
Te recibe el astro rey
Con quien coqueteas vanidosa
Mientras tus hijos sin descansar
Laboran haciéndote sentir orgullosa.
IX
Cuando vienen de lejos
Enamorados de ti se van
Pero regresan con otros
Que no creyeron lo que de ti dijeron;
Viendo que no era mentira
Van a traer a alguien más
Que te ve y te examina
Exclamando ¡nunca he visto!
Dama tan divina.
X
Poetas, músicos y atletas
Pariste hijos sin par;
Tanto, que ser tu hijo,
Hace a algunos rabiar
XI
Eres patrimonio del mundo
Todos te deben cuidar
Y Yo como tu hijo
Siempre te haré respetar.