Una mañana de otoño un triste ermitaño ante sus ojos el cielo vio,
Era una hermosa dama, con cabello castaño y sonrisa radiante como el sol
El tonto ermitaño corriendo a esconderse en su cueva de inmediato fue
No se sentía digno de observar con sus ojos tan bello ser.

La hermosa dama, aun no se por qué, tras el sucio ermitaño corriendo fue.
Tomandolo de la mano a recorrer los prados lo llevó
acariciandolo día a día al ermitaño cautivó
Bella y hermosa dama al ermitaño enamoró

indigno el ermitaño era de vivir con tan bello ser
no se comportaba a la altura ni sus sentimientos dejaba ver
Ocultos los tenía pues dañado no quería ser
ya que muchas veces lo había sido, hasta por quienes mas había querido alguna vez

Gritones y hediondos
peorros y roncones
los ermitaños suelen ser
Pues luego de una vida solitaria
el amor suelen desconocer

sin embargo una vez que lo descubren sin amor no pueden vivir
sin su amada no pueden vivir
pues solo un amor en su vida los ermitaños pueden tener
y ya nunca mas ermitaños quieren ser.