Revolución
La que va, prisionera, de influjos y de arrogancias viejas,
Y llenas van sus alforjas de literatura malamente asimilada.
Bebiendo de la vertiente del saber vomitan rancias razones; mientras la revolución se detiene estupefacta ante semejante desatino.
¡Y espera ¡ ....
Mientras se van desenterrando las iras del pasado.
Oh!! Revolución doliente y a veces moldea en la placidez burguesa de los sentidos adormecidos.
Te bañan, hoy, en pergaminos enquistados en el pasado y tus mártires y héroes caminan bajo el cobertizo de tus palabras mil veces repetidas y edulcoradas en engañadas y engañosas razones.
Esas revoluciones mataron una ilusión y la desangró en la prisión de la injusticia.
Un niño vio pasar la piedra,
Otro, las flechas y bayonetas,
Más niños, el hambre.
Y la humanidad!
¿En que revolución estaba?
Luego de leer, se quedó como embriagado en una gota de alcohol observando las letras que tenía ante sus ojos.
En ese momento habría dado todo por sacarle el vientre a las palabras y buscar en ellas la razón simple y última que llevó a un ser inteligente a escribir semejante incoherencias.
Cómo pueden las revoluciones matar las ilusiones!
No podía entenderlo .
Estiró su brazo escanciando, a la vez, un poco más de lucidez a su razón para tratar de encontrar en estas letras roídas por el tiempo, el por qué de haberlas escrito y dejarlas justo ahí, donde el paso del movimiento cósmico cargado de tormentas y de vientos huracanados y de sequías permanentes y de desgracias humanas ; las iba finalmente a posar , justo ahí , en el pergamino de un cerebro civilizado para luego explayarse y abrirse, sin incógnitas, a las verdades incuestionables .
De pronto saltó desde el profundo de su subconsciente una voz que dijo :
¡Revolución no puede ser de ninguna manera destrucción de ilusiones!
Tan fuerte reverberó su voz en la quietud torpe de la taberna mal oliente que se encontraba , que pasado un segundo se percató que un hombre levantaba su cabeza , justo en la dirección oblicua a su mesa.
Se miraron por un espacio de tiempo que quizás, fue inescrutable en el tiempo humano. Pero ahí, donde se recorren los espacios de la memoria cósmica, donde se graban las imágenes de mil siglos pasados sus miradas se re- encontraron en el transcurrir intangible de un mutuo acercamiento .
El hombre que estaba justo en sentido oblicuo a su mesa ,tenía una mirada azul , clara y un poco burlesca.
Al momento de cruzarse sus miradas , lo vio levantar su copa de vino y en la distancia que los separaba ,lo invitó a beberle a la vida todos sus pasados para que en el desdoblarse de las generaciones pudieran verse niños otra vez, y vieran que en aquellos tiempos , con la simpleza de la vida como motor de sus movimientos , ya eran amigos .
Antes de levantarse y caminar a la mesa donde se encontraba tan singular personaje, sintió un fuerte golpe en la parte posterior de su cerebro .
Fue como un anuncio
Tome asiento escuchó decirle, y beba conmigo un poco de este vino que viene de una bodega que mi padre a manufacturado , cuando el invierno era duro y frio en madrugadas aun oscuras .
Mi padre , fue levantando las vigas , preparando el lagar y dándole forma a los toneles de roble ...
Manuel , nuestro personaje, recibió esta invitación con gran desprendimiento de espíritu . Parece que nos conocemos , le dijo, al momento que su mirada chocó con una jarra de roble hecha y ahuecada en la rusticidad de la paciencia , tal vez , bajo un nogal .
En el tiempo presente no parece ser, le contestó el hombre de mirada clara , que además llevaba la rusticidad de las montañas . Pero si miramos a través de las páginas de nuestros años habremos de encontrar las huellas de nuestra amistad tan frescas como este vino que en este ahora te estoy invitando a beber .
Manuel amparó su confusión en un gesto de claro consentimiento, pero en su interior bullía un gran desconcierto.
Primero porque la taberna no era del aspecto típico de las tabernas de su tiempo , es decir , con aquella música rotunda de guitarras quietas, acariciando algún bolero o tirando al aire el poncho de un romance entre dedos y cuerdas , donde las melodías se atropellan entre el humo y la bohemia.
Segundo, porque esta taberna tenía en su estructura un armazón de antiguas maderas, donde relucía una arquitectura mesurada y básica .
Y por sobre todo, porque había en este ambiente nocturno , un regocijo de armonías que acariciaban las mesas de los ciprés bien tallados. Y en los rostros de los lugareños había una afabilidad desconocida , donde la música sólo era el retumbar lejano de melodías silvestres.
A pesar del golpecito que recibió su cerebro y de esta especie de irrealidad que le estaba presentando , saludó a su amigo levantando el vaso de aspecto antiguo, al momento que le decía ..
!Por nosotros y nuestra antigua amistad¡
Estás un poco confundido - le dijo el hombre - mira que lo que estamos viviendo y viendo no es coetáneo . Nosotros no nos conocemos realmente, ya que lo que estás viviendo sólo está en tu subconsciente .
!QUÉ!
Exclamó, nuestro personaje casi con un grito, al momento que toda su vida le dio un vuelco que lo dejó trémulo de temor .
Sí . Temor! Porque al escuchar esto, toda su estructura mental se desequilibró a tal punto que su mente pulverizó el tiempo de sus recuerdos , apagó la página de sus pensamientos y se desconcertaron todas sus planificaciones cotidianas las que enmohecidas y rancias buscaban a sus amadas referencias entre el bien y el mal para aferrarse a ellas en un exacto movimiento de defesa y ataque.
Todo, en el segundo de una duda.
Abrió cuanto pudo sus ojos para mirar y ver mejor a este señor que , desde la mesa ubicada en forma oblicua a donde estaba sentado leyendo la carta que hablaba de la revolución; y que hace un segundo atrás lo miraba sonriente y casi burlón al momento que lo invitaba a una copa de vino.
Como se ha dicho , allí estaban ambos, ahora sentados uno frente al otro .
Él , tenía una mirada azul, tranquila y clara y un tanto burlesca .
Manuel, buscaba un poco de tierra firme donde apoyar su desconcierto.
No podía ser su subconsciente el que hablaba- pensaba- Aquí todo es real , y para cerciorarse le estiró su brazo con su mano abierta de amistad plena y al momento en que apretó fuerte sintió la calidez de un recíproco apretón .
Recibió un apretón fuerte ,de mano fuerte y un tanto más duradera que lo acostumbrado lo que le produjo una especie de tensión corporal con una mezcla de inseguridad . ¡ Otra inseguridad más!
Sonrió para despejar sus temores y dar paso a la vez, a su auto imagen de hombre inteligente, tranquilo y seguro .
¡Por qué tus miedos ¡ Espetó a secas su amigo.
Lo que estabas leyendo habla de revolución ¿verdad?
Si, respondió Manuel .
El vino se fue vaciando pausado y los dos amigos corporizando sus emociones, fueron desbrozando condicionamientos hasta llegar, limpios , a la luz de la comprensión .
Desapareció la taberna , desapareció el vino , se desmaterializaron los rostros , se avergonzó la razón .
Allí quedaron ellos flotando leves sin el verbo y sin la voz.
Sin dogmas.
Sin distancias y sin tiempo.
|