El aire se siente caliente y pesado, las piedras resplandecen iluminadas por la luna llena. Una luz alejada al final indica el camino árido y oscuro al que debo seguir. Mientra me sumerjo en la complicidad de la noche que huele a mar pacifico o jazmín. No lo se. Hoy puedo sentirme feliz, he sido querido por los hombres de mi tiempo y siempre habido alguien presto a secarme la lagrima. He amado en múltiples ocasiones. Y mi ser sigue la orbita que me aleja de esta vida moderna .todo esta en calma como si repentinamente fuere a morir. Me inclinaría con reverencia ante quien a sido dejado matarse sin devolver un golpe, tan solo para demostrar la bondad suprema del ser humano. Hoy recojo las humanidades sueltas en los campos. Intentaría vivir sin santos, héroes o mártires, pero las luces de la ciudad me sacan de mis pensamientos. El ruido se vuelve común entre las mazas que camina guiada por luces . El subterráneo escupe millares de hombres que tropiezan entre si. Los ómnibus atestados entran y salen del retiro, camino al infierno….

Ano nuevo, milenio nuevo, pensaba con piadosa ironía. Viendo a esos desesperados en busca de la esperanza, proporcionada con pan dulce y alcohol, con sirenas y gritos…
Pasando por el umbral de la aurora dejando un suspiro como propina. Buscando el sentido a lo perdido. Negociando la felicidad en los subterráneos.